martes, 14 de septiembre de 2010

Reuniones de antiguos alumnos

El gran castillo se alzaba ante nosotros. No recordaba que fuera tan grande. Isa se dirigí hacia la entrada, donde dos soldados la custodiaban. Los dos me lanzaron una mirada, como si fuera un bicho raro. ¿Por que todo el mundo me trataba igual?
Antes de que pudiera pasarlos, los dos entrecruzaron sus armas, deteniendo nuestro paso.
-¿ Que hacéis?- Dijo Isa mirándoles fijamente.
-No podemos dejar pasar desconocidos, Isa. Ya lo sabes- Dijo el hombre de las lanzas ( y las rastas)
-Dilan, este chico a venido de muy lejos para hablar de algo importante con Ansem. Dejale pasar. No creo que sea una amenaza- contesto Isa.
Los dos soldados se miraron fijamente.
-Aeleus os acompañara- Dijo Dilan con voz firme.
Suspire. No quería, pero no había mas remedio. Aeleus se adentro en el castillo, a lo que Isa y yo le seguimos. No paso mucho tiempo hasta llegar a la puerta del despacho. Aeleus se disponía a llamar a la puerta, pero esta se abrió. El chico de pelo albino salio y paso a nuestro lado, sin hacernos caso en ese momento. Pero a mi resultaba familiar. Nuestras miradas se cruzaron al unisono. Esos ojos que el tenia, podía ser que...
-Señor, le traigo a un viajero. Parece que quiere hablar algo con usted- Dijo Aeleus, haciendo que perdiera de vista al chico.
Intente encontrarlo con la mirada, pero había desaparecido. Suspire.
-Aeleus, te lo agradezco, pero sabes que estoy en una reunión impor...- Decía una voz familiar antes de que entrara a la sala.
Parecía que el tiempo había hecho efecto en el. Ya no eres el joven chico que conocí una vez. Parecía que lentamente se había convertido en un sabia anciano, aunque seguía viéndole con la misma energía se antaño. Al otro lado de la mesa, el rey apartaba la mirada de Ansem para dirigírmela a mi.
-Ansem... Majestad...- Dije, haciendo una reverencia.
-¿Debería conocerte, chico?- Dijo Ansem, confuso por mi aparición.
-Si hace memoria, son un viejo conocido de hace tiempo. Aunque parece que ahora el sabio anciano es usted y no yo- Dije, intentando resultarle familiar.
Ansem estuve un tiempo mirándome y pensando. Me di cuenta cuando me reconoció en el momento que se sorprendió.
-¿Ioru? No has cambiado en todo este tiempo ¿Que paso contigo? Desapareciste durante mucho tiempo- Dijo Ansem, que parecía curioso de mi llegada.
-Es por eso por lo que he venido ha hablar contigo, amigo mio...

No hay comentarios:

Publicar un comentario