domingo, 26 de septiembre de 2010

Problemas...

-Interesante- Dijo Ansem, sorprendido por mi comentario-. Lamento todo lo que ha pasado... pero todo lo que me has contado es asombroso. Podría ayudarnos en las investigaciones...
Arqueo una ceja.
-No comprendo. ¿Que se supone que estas investigando ahora?- Digo, hasta que un objeto llama mi atención.
En la habitación había urnas cilíndricas con corazones flotando en su interior. Sabia que Ansem lo había estudiado durante un tiempo... ¿pero que tenia que ver todo esto con su investigación?
-Desde hace tiempo han estado apareciendo esos seres oscuros. Sincorazones, como tu los llamas- Dijo el rey Mickey, ayudando a arrancar a Ansem.
-Antes de su aparición sabia que un corazón podía consumirse en la oscuridad... pero ahora, examinandolos, descubro cada vez mas como funciona la oscuridad. Ioru, has estado conviviendo con esos seres durante muchos años. Tu ayuda podría ayudarnos a entenderles y poder derrotarles tanto a el como a la oscuridad- Acabo soltando Ansem, como si fuera lo mas normal.
Me quede mirando un rato al techo, hasta caer en un detalle del que no me habia dado cuenta en todo este tiempo. ¿Como podía haber sido tan ingenuo?
-¿Hace cuanto tiempo que aparecieron los sincorazones?- Dije, que mas que ayudar parecía que le estaba interrogando.
-Unos meses ¿Pasa algo?- Dijo Ansem, el cual no entendía lo que pasaba.
Me lleve las manos a la cabeza. Algo iba mal. Muy mal.
-Los sincorazones no pueden salir de la Oscuridad. La única forma de que salieran es una brecha...- Dije, sintiéndome un idiota por no haberme dado cuenta antes.
-¿Una brecha? Sigo sin entenderlo ¿Cual es el problema?- Pregunto Ansem.
-Para salir de la Playa de la Oscuridad, abrí una brecha por así decirlo: deje la posibilidad de que los sincorazones aparecieran. Pero fue hace apenas unas horas. Si aparecieron hace meses... alguien esta detrás de esto.
Se produjo el silencio. Seguí pensando en lo que acababa de descubrir. Eso explicaría el como podía haber llegado Reika hasta mi.
Reika...
Aunque me lo que había echo no tenia nombre, yo tampoco tenia que haberla dejado sola. Pero solo iba a ser un momento. Después la volvería a buscar...
-¿Sabes quien puede haber sido?- pregunto su Majestad, cabizbajo.
-Sea quien sea, debe haber estado conmigo en la oscuridad. Después de tanto tiempo... no estado tan solo como creía.
-¿Que piensas hacer?- Pregunto Ansem.
-Tendré que encontrar al que libero a los sincorazones. Daría lo que fuera por que lo hubiera hecho por salir o sin saberlo... pero si lo hizo adrede, tengo que pararle los pies.
¿Quizás el encapuchado de antes? Lo dudo. Por lo parecía, no estaba del lado de la oscuridad. Fuese quien fuese, había metido la pata hasta el fondo...
Seguí mirando el techo, pensando que iba ha hacer apartir de ahora ¿Por donde empezar a buscar?
Tantas preguntas y tan pocas respuestas...

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