sábado, 20 de noviembre de 2010

¿Algo por lo que luchar?

Los ojos dorados del coloso se clavaron en mi. Sus enormes puños chocaron contra el suelo, provocando un pequeño seísmo y levantando una oleada de viento. Entonces de sus puños empezaron a salir sombras que se acercaban a mi con rapidez. De un solo golpe pude despejar mi camino hacia la bestia. No le temía a el ni a los suyos. Aun así estaba un lejos del monstruo cuando empezó a levantar el pecho y un rayo salia del hueco dirigido al cielo. Mire al cielo siguiendo el curso cuando vi que se dirigía hacia a mi.
-¡Mierda!- Dije.
Rodé por el suelo antes de que me diera. Cuando me incorpore me di cuenta de que no era un rayo: se convertía en una lluvia mortal.
Me incorpore y empecé a correr esquivando los rayos. Parecía un campo de batalla con tanta explosión. Cuando estaba lo suficientemente cerca de el y me disponía a atacarle, me percate de que le dirigía su puño a mi posición. Sin mucho tiempo para reaccionar, me protegí con mi arma del puñetazo, formando escombros a mi alrededor. Seguía vivo, pero cuando me percate, me había agarrado con la otra mano. Apretaba con fuerza mientras me dirigía hacia su cara. No sabia por que, escuchaba una voz cerca de allí. ¿Reika? Lo dudaba. Estaría en Ciudad de Paso, a salvo.
"¡No voy a morir aquí!"
Mis ojos empezaron a brillar con fuerza mientras un aura oscura me rodeaba. Hice aparecer mi llave-espada y de un solo corte, no solo me libere: la mano desapareció convirtiéndose en humo. Empezaba a caer cuando, furioso, me dio un golpe con el resto el brazo, lanzándome mas alto. No tarde en volver en mi, todavía en el aire y con el monstruo debajo de mi, dispuesto a disparar otro rayo directamente dirigido a mi. Me aparte justo a tiempo mientras caía, atravesando la cabeza de la bestia a mi paso. Esta se quedo quieta. Todo había terminado.
Hice desaparecer mi arma mientras me disponía a irme. Pero había un factor que había olvidado: el rayo cayó a pocos centímetros de mi posición, mandándome volando varios metros. Me dolía la cabeza por la explosión. Pero pude ver como el cuerpo de la bestia empezaba a caer. Entonces me fije en dos figuras que estaban justo donde iba a caer la bestia. Mientras una huía del lugar, la otra no se movía. Entonces fue cuando la reconocí.
Reika!-Dije, levantandome lo mas rápido que pude y corriendo.
Pero no iba a llegar a tiempo...

Entonces solo vi una luz saliendo de sus manos.