domingo, 9 de mayo de 2010

Caso perdido

Lo último que noté en aquella tienda fue como Ioru me agarraba de la mano y me arrastraba hacia una puerta oscura que había creado fuera de la tienda.
En escasos segundos aparecimos en otro lugar completamente distinto, ¿dónde me había llevado? Mecánicamente me solté de su mano y enfurecí.

-¿Se puede saber que te pasa en la cabeza Ioru?-grité- Casi me matas del susto.
-Lo siento pero... no tenía dinero y sabía que no ibas a dejar ese colgante, por lo que no nos quedaba otra opción mas que huir.
-¿Cómo que no llevabas dinero? Entonces... ¿para que me dices que mire si me gusta algo? Y luego mi madre me dice que soy una inconsciente, eso es porque no te conoce-suspiré.

Agarré el colgante con ambas manos, realmente era hermoso y después de haberlo visto tenía más que claro que no lo iba a dejar. Supongo que, a pesar de las formas, hizo lo correcto, si nos hubiera atrapado el dependiente seguramente nos hubiera esclavizado a trabajar allí de por vida. De repente, frente a mi aparecieron unos sin corazón, seguían pareciéndome unos bichitos realmente adorables pero al aparecer de repente hicieron que me asustara y me cayera al suelo. Se acercaban con movimientos sinuosos hacia mi para atacarme, afortunadamente Ioru volvió a defenderme. Comencé a pensar como habían aparecido allí, se suponía que estábamos a salvo de los sincorazón de momento.

-Ioru ¿dónde demonios me has traido?

No hay comentarios:

Publicar un comentario