En escasos segundos aparecimos en otro lugar completamente distinto, ¿dónde me había llevado? Mecánicamente me solté de su mano y enfurecí.
-¿Se puede saber que te pasa en la cabeza Ioru?-grité- Casi me matas del susto.
-Lo siento pero... no tenía dinero y sabía que no ibas a dejar ese colgante, por lo que no nos quedaba otra opción mas que huir.
-¿Cómo que no llevabas dinero? Entonces... ¿para que me dices que mire si me gusta algo? Y luego mi madre me dice que soy una inconsciente, eso es porque no te conoce-suspiré.
Agarré el colgante con ambas manos, realmente era hermoso y después de haberlo visto tenía más que claro que no lo iba a dejar. Supongo que, a pesar de las formas, hizo lo correcto, si nos hubiera atrapado el dependiente seguramente nos hubiera esclavizado a trabajar allí de por vida. De repente, frente a mi aparecieron unos sin corazón, seguían pareciéndome unos bichitos realmente adorables pero al aparecer de repente hicieron que me asustara y me cayera al suelo. Se acercaban con movimientos sinuosos hacia mi para atacarme, afortunadamente Ioru volvió a defenderme. Comencé a pensar como habían aparecido allí, se suponía que estábamos a salvo de los sincorazón de momento.
-Ioru ¿dónde demonios me has traido?
No hay comentarios:
Publicar un comentario