sábado, 14 de agosto de 2010

Metedura de pata...

Me crují los dedos, intentando intimidarla. Parecía que ella no quería demostrarlo, pero el ritmo de su respiración la delataba.
-Las damas primero- Dije, sin arma en mano.
Ella, sin pensárselo, cogió el palo del suelo y corrió hacia mi con intención de atacarme. Sin mucha dificultad, lo esquive. Se sorprendió, pero siguió atacando, sin vacilar. Su estilo de combate era lento en comparación con el mio, por lo que esto era un juego de niños.
-¡Quedate quieto! ¡Dame algo de ventaja!
Me reí por lo bajo. No iba a bajar la guardia. El combate empezó a aburrirme, así que me agache en uno de sus ataques y simplemente le puse la zancadilla. Debía salir perfecto...

Sino fuera por que cayó encima mía. Intente incorporarme, pero nuestros rostros estaban a escasos centímetros. Trague saliva mientras me sonrojaba...

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