martes, 27 de abril de 2010

¿Llave-Espada?

Tenía toda la ropa empapada al caer en aquel sitio. El hombre pederasta que me había rescatado ahora empuñaba un arma un tanto extraña, pero que aun así me resultaba familiar. A mi espalda, unos pequeños seres de color negro se movían de forma irregular, e incluso conseguían fundirse con el suelo. Se acercaban a nosotros con pequeños pasos danzarines, eran como unos muñecos adorables.

- Yo...-dije- ¡Quiero uno!¡Que monos!- grité abalanzándome sobre ellos con rapidez.

Antes de que pudiera abrazar a uno, el pervertido se interpuso y le dio una estocada con el arma. Los pequeños seres adorables ahora nos rodeaban, dando pequeños saltitos. Con tres ágiles movimientos hizo desaparecer a todos. ¿Por qué habría hecho eso? Sabía que le tenía que haber dado más fuerte con la sartén. Le eché una mirada llena de hostilidad al ver como su arma había desaparecido.

-¿Se te ha ido la cabeza o que te ocurre viejo verde?- grité efusiva- Que sangre más fría has de tener para poder matar a esos pobres seres.
-¿Pobres seres? ¿Sabes acaso lo que son? Se llaman sincorazón, y al contrario de lo que puedas pensar no son nada adorables. Además, no sé si te has dado cuenta pero... iban a matarte.
- Pues no les tengo miedo y me siguen pareciendo adorables, el único que da miedo aquí eres tú con tu actitud y ese arma tan rara.

Me retiró la mirada ¿estaría ocultando algo? No me extrañaría nada porque era un tipo un tanto raro, y estaba en un lugar desconocido.

-Ese arma rara se llama llave-espada, ignorante-respondió al fin.

No hay comentarios:

Publicar un comentario